lunes, 5 de enero de 2009

Hija única super-hada


Ya era hora de dedicar un post a la hija única más soñadora y encantadora del cine.

Por recordar un poco… El día que a Amelie se le ocurre pedir a Dios un hermanito su madre muere de forma fulminante a la salida de la iglesia. Pero ahí no acaba el rollo. Desde ese instante el padre de Amelie vuelca todo su afecto en un enano de jardín.

Aprovecho para saludar a los psicológicos que dicen que los hijos únicos tenemos (entre otras cosas) mucha imaginación, tendencia a la ensoñación y facilidad para la hipnosis.

Amelie desde luego da totalmente este perfil, y muchas de nosotras con ella.

2 comentarios:

Carlos Be dijo...

Realizar una película como esta debe ser como hacer el amor con la imaginación.

Gracias por los recuerdos, Unaquita. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hmmm nena... qué bonita
:-)

hace demasiado que la ví, ni recordaba que fuera hija única, ni que encontrara una caja, ni que le gustara la crema catalana, estoy fatal, creo que solo recordaba lo de meter la mano en los sacos de legumbre
urge revisionado, la luz y el color son lo más, de pastelito, delicioso todo

Beletrista, qué bonito has dicho

:-***